A deleitarnos con las leguminosas!

Desde tiempos inmemoriales haciendo parte de la gastronomía, influenciando platos de muchas regiones del planeta: desde la fabada asturiana, el cocido madrileño, el potaje de garbanzos en España, la bandeja paisa en Colombia, las lentejas con Knödel en Austria, el cuscús Marroquí, los currys de la India, los frijoles negros a la Cubana, el falafel del Oriente, la feijoada de Brasil y Portugal, o la multitud de usos de la soja. Son unos cuantos ejemplos de cómo han hecho parte de nuestra alimentación.

Incorpóralas en tu menú semanal, como una manera de consumir un alimento que admite muchas combinaciones, para obtener platos muy nutritivos. Por su contenido proteico, de carbohidratos, vitaminas del complejo B, minerales como el magnesio, el potasio, el fósforo, el calcio, el zinc, además de fibra.
Algunas preparaciones podrían ser: en croquetas, o haciendo parte de ensaladas, platos acompañados con verdura, purés, o en hummus.

No sólo contribuyen a tu bienestar sino que también al del planeta. Ya que las plantas de las leguminosas benefician el terreno donde crecen. Los nódulos que se originan en las raíces fijan nitrógeno y alimentan a la planta y al suelo.

En caso de que las prepares, ten cuenta el tiempo de remojo. Por ejemplo: los garbanzos y los frijoles requieren por lo menos 12 horas (el agua del remojo no se utiliza para la cocción). Algunos tipos de lentejas sin embargo, no requieren remojo.


Las leguminosas que vienen procesadas listas para consumir son una buena opción que te ahorra tiempo, y que puedes combinar de formas muy diversas, con distintos tipos de cereales (como: espelta, quinua, bulgur, cuscús…) y verdura, para hacer un plato muy nutritivo, y con una proteína de muy buena calidad!.

Sabías que el maní es una leguminosa oleaginosa?

El juego con la comida

El tema del que hoy quiero escribir, es acerca de mi visita a la exposición interactiva „Das Spiel mit dem Essen“ que en español sería algo así como „El juego con la comida“. Es la segunda parte de tres exposiciones que se están realizando consecutivamente para responder a la pregunta: ¿Por qué se come en el mundo como se come?

Esta segunda parte se está presentando desde principios de este año y culmina a mediados de Noviembre, y está ubicada en una región a una hora de Viena. Cautiva el visitante sumergiéndolo desde la experiencia en el mundo de la alimentación con datos históricos, actuales y de lo que podría ser en el futuro. La exposición comienza, a través de un recorrido de la distribución mundial de alimentos, a través de los puertos más importantes del mundo, para entender la logística alrededor de los contenedores y las rutas marítimas.

¿Sabías que en Asia se encuentran los diez puertos mas grandes del mundo? ¿Qué el barco de carga mas grande del mundo le caben aproximadamente 21.413 contenedores? ¿Qué solo en un contenedor pueden caber un poco más de 7.000 paquetes de cornflakes?¿Y qué el transporte de alimentos, por medio de este transporte, es el que menos produce emisiones de CO2, a pesar de que un barco de carga, gasta hasta 9 toneladas de combustible por hora?

Del tema de los contenedores se pasa al de el empaque. Importante para asegurar que los productos lleguen al destino en condiciones óptimas. El origen de las latas como envases se remonta a la época de Napoleón Bonaparte, cuando Nicholas Appert desarrolló este concepto para hacer que los alimentos sean más duraderos y transportables. Hoy en día, el uso de plásticos como material de embalaje es un gran problema que se nos escapa de las manos. Somos una generación que produce grandes cantidades de residuos derivados justo de éstos materiales. Por ejemplo, la vida media de una bolsa de plástico es de solo unos 12 minutos.

La exposición describe el concepto y la historia del „supermercado de autoservicio„, que existe desde 1916, cuando el estadounidense Clarence Saund abrió el primer mercado de este tipo. Desde entonces, el concepto se ha convertido casi estándar en todo el mundo, y es lo que en la actualidad la mayoría de personas utiliza en las ciudades. En 1974, el 13.5% de los gastos de alimentación de una familia se gastaron en gastronomía (por ejemplo: visita al restaurante, a una pizzería), en 2015 ya era del 33.5%. Las estimaciones muestran que una persona pasa unos dos años de su vida haciendo compras. Sin embargo, el modelo tal como lo conocemos también está sujeto a grandes cambios. Amazon por ejemplo, quiere lanzar mini supermercados (Amazon Go), en el que no hay caja registradora. Los clientes se registran utilizando una aplicación de su teléfono inteligente y las cámaras registran automáticamente lo que el cliente saca de los estantes y coloca en el carrito de compras. Todos los productos seleccionados terminan en la factura sin tener que registrar todos los productos en una caja registradora. En Corea, hay supermercados virtuales en las estaciones de autobús o metro donde se pueden seleccionar productos en base a fotos colocadas en estantes. Con el teléfono inteligente se escanean los códigos de barras, el pago se realiza en línea y el pedido se entrega directamente a la vivienda del cliente. A su vez, una empresa sueca ofrece un supermercado móvil, que también puede funcionar a través de una aplicación.

Pero al lado de todo el boom tecnológico que comienza a aparecer en algunos sitios, existen muchos productores, que por medio de plataformas en Internet están haciendo posible que las personas que lo deseen se puedan inscribir, y recibir cada semana o solo algunas veces al mes una canasta con alimentos que sólo son producidos localmente y por temporada. También algunas empresas utilizan ya la posibilidad de recoger productos bio directamente desde el productor y transportarlos en bicicleta hasta el consumidor. Mientras una persona en Austria come una manzana neozelandesa que ha viajado 18.000 km para llegar al supermercado, esa misma persona puede consumir una manzana de una región de Austria que solo ha viajado 130 km.

En la actualidad donde tenemos en algunas regiones del planeta, tanta accesibilidad a diversos alimentos. También esta el hecho de la gran cantidad de alimentos que se desperdician. En Austria unas 157.000 toneladas de alimentos al año van a la basura. Y afortunadamente existen iniciativas como Foodscharing que están tratando de que estas cifras disminuyan. Algunas marcas de alimentos austriacos también están tratando de evitar el uso de aceite de palma debido a los masivos problemas ecológicos que está causando en los sitios donde se siembra la palma. Especialmente en Indonesia donde para sembrar la palma es necesario utilizar enormes superficies del bosque tropical que se convierten en una amenaza para el sustento de la población, genera trabajo infantil, además de ocasionar daño irreversible en la población de los orangutanes. Cada hora se destruye una superficie del tamaño de 146 canchas de fútbol en Indonesia.

Existen muchos sellos de calidad que tratan de orientar al consumidor acerca de la calidad del producto que se esta comprando. Sin embargo, el consumidor debe ser critico en cuanto a las normas de sostenibilidad que el producto realmente cumple. Por ejemplo el sello de calidad MSC (Marine Stewardship Council) que identifica productos procedentes del mar, de acuerdo a Greenpace, no cumplen los estándares de sostenibilidad, ya que las organizaciones de protección del medio ambiente sólo ven posible parar completamente la pesca del mar, para que pueda tener tiempo la población marina en recuperarse. Greenpace sugiere para Austria, el consumo de pescado ecológico producido en estanques ubicados en el país.

Al lado de la innovación que se está desarrollando en todos los aspectos de la alimentación, también están las cifras que nos hacen reflexionar acerca de muchos aspectos que suceden en el mundo. Cuando por ejemplo se constata que el precio del trigo, el arroz y la soja se ha triplicado entre 2005 y 2008. Y que mientras en los países desarrollados se otorga un 5% a un 10% para alimentación, en los países en vía de desarrollo es hasta un 60% del salario que se dedica a ello. También está la disparidad en cuanto al uso del agua, ya que 2,100 millones de personas, no disponen en su casa de ninguna fuente posible de agua para beber. Y que un 41% de la población mundial vive en las zonas mas áridas del planeta.

La exposición es una invitación a tomar consciencia de todo aquello que compramos, y exigir más transparencias a los productores. Conocer de donde viene lo que consumimos, y dar más prioridad a lo regional y de estación. Como una manera para apoyar el mercado local y beneficiar el medio ambiente.

Con lo que comes dejas tu huella en el planeta!

Agua, el elixir de la vida

El agua es una sustancia tan fundamental para la vida en nuestra tierra que no existiríamos sin ella. Y aprovechando que hoy es el Día Mundial del Agua, quería contarte un poco más acerca de esta sustancia tan vital.

En el léxico, el agua se describe de la siguiente manera:

„Es una sustancia líquida constituida por hidrógeno y oxígeno (H2O). Que no tiene olor, color ni sabor, que se encuentra en la naturaleza en estado más o menos puro formando ríos, lagos y mares, que ocupa las tres cuartas partes del planeta Tierra y forma parte de los seres vivos“. [1]

Al nacer, el ser humano esta compuesto en aproximadamente el 75% de agua. Como adulto, todavía hay alrededor del 60%. De éste porcentaje, casi dos tercios están dentro de las células, y la proporción varía mucho según el tipo de tejido. En el tejido adiposo, la proporción es de aproximadamente el 10% y en la sangre un 83%. Gracias a este contenido de agua, la sangre es lo suficientemente fluida para transportar oxígeno y nutrientes a las células.

Además de este papel crucial del agua en el transporte, también es importante para la digestión y la absorción de los alimentos, en la excreción de desechos importantes del metabolismo, a través de la orina y las heces. También, contribuye a la regulación de la temperatura corporal, mantiene húmedas las membranas de las mucosas, lubrica las articulaciones, además de cumplir otras muchas funciones más.

Absorbemos agua en nuestros cuerpos a través de los líquidos y los alimentos que ingerimos. Para que nuestras células, y por lo tanto, nuestros órganos puedan trabajar sin restricciones, es necesario que garanticemos una hidrogenación adecuada (es decir, el suministro de agua) en todas las etapas de nuestras vida. La fatiga, las migrañas o la dificultad para concentrarse pueden ser causadas por la escasez de agua. A algunas personas les ocurre que confunden la sensación de sed causada por la deshidratación con la sensación de hambre.

La sensación de sed surge cuando la persona ha perdido más del 1% del agua que necesita el cuerpo. ¡Y no hay nada mejor que el agua pura para calmar tu sed! Para personas sanas en condiciones normales, se recomienda beber por lo menos de 2 a 2,5 litros de agua por día. Al permanecer en un ambiente con temperaturas más altas, durante el deporte o en caso de fiebre, se debe tener más precaución con la ingesta adecuada de líquidos. El agua también se puede consumir en forma de infusiones, jugos naturales (preferiblemente sin azúcar), sopas de verduras y similares. Lo más importante es que siempre te mantengas bien hidratado. Si la orina que excretas es oscura, o de color ámbar, puede indicar que es necesario que te hidrates más.

Es responsabilidad de todos, que algo tan esencial como es el agua, para nosotros los humanos y la naturaleza, la cuidemos y hagamos un uso adecuado de ella, en todas las situaciones cotidianas (en la limpieza, producción de alimentos, fabricación de ropa, en la industria…etc). Y hoy más que nunca, urge un cambio de mentalidad en la sociedad, acerca de como debemos utilizarla.

Si tienes la suerte de beber un vaso de agua fresca que has llenado del grifo, es un gran privilegio, pero que realmente debería tener todo el mundo. Ya que 3 de cada 10 personas en el planeta (2.100 millones de personas) no cuentan con un suministro de agua potable en sus hogares, que esté disponible cuando sea necesario y esté libre de contaminación química, microbiológica y tóxica. De éstos, 844 millones ni siquiera tienen acceso cercano al agua potable. Para 263 millones de personas, la fuente de agua potable más cercana está a más de 30 minutos y 159 millones de personas beben aún del agua de superficies no tratadas de ríos o lagos. [2]

Tercera parte de los resultados de la encuesta: Mis ideas acerca de la alimentación

Aquí encuentras los resultados de la segunda parte de los resultados de la encuesta

¿Qué pienso acerca de la alimentación de las personas hoy en día?

Las opiniones referentes a la pregunta: ¿qué pienso de como se alimentan las personas hoy en día?  son muy variadas. Por un lado, se puede detectar que algunas personas de la encuesta, sienten que hay más consciencia a la hora de alimentarse, y por ende las personas cuidan más lo que comen. Y por otro lado, los que piensan que la falta de tiempo está haciendo que otra parte de la población haga que se coma menos consciente, y por lo tanto menos saludable.

En general, prevalece la impresión de que la manera como se aborda la alimentación está muy polarizada. Los participantes de la encuesta dicen que algunas personas piensan extremadamente en su comida, mientras que a otras no les importa qué, por qué y cómo comer. En una de las opiniones se llamaba „cultura“, a tener la capacidad de „cuidarse“ a sí mismo.  Incluso algunos consideraron que hay una tendencia hacia el vegetarianismo y hacia el veganismo.

Los alimentos o sustancias que se consumen en exceso en la dieta de la población, a los ojos de los participantes de la encuesta, son la carne, el azúcar, la grasa, la comida „chatarra“ en general y la sal. Además, comentaron sobre el tiempo demasiado corto para poder comer con tranquilidad y, por lo tanto, el no poder disfrutar suficientemente la comida.

Se expresaron diversas creencias, miedos y opiniones sobre la alimentación. En su mayoría, como una crítica a la manera como la industria produce alimentos que pueden ser el resultado del uso de conservantes e ingredientes potencialmente dañinos, o la producción de alimentos „demasiado artificiales“ y la promoción del consumo de demasiados productos elaborados. Y que los productos alimenticios se promocionan como „generadores del bienestar“, a través, de la publicidad independientemente del verdadero efecto en el cuerpo.

También se mencionó la dificultad de encontrar el camino correcto para sí mismo, a partir del bombardeo de información, que a menudo es contradictoria. Por otro lado, mucha información también significó para algunos, que es más fácil encontrar los conocimientos que sirven de base para tomar buenas decisiones.

Sin embargo, algunos de los participantes también comentaron positivamente sobre los hábitos alimenticios de las personas de hoy en día. Las opiniones son que un gran porcentaje de personas están conscientes de una buena alimentación, y que por ello, piensan más en ella e integran alimentos más saludables a su dieta. Por ello, también preparan más rico los alimentos y los comen de una forma más variada.

¿Cómo creo que se alimentará la gente en un futuro?

Algunos encuestados han mencionado productos novedosos o inusuales en su perspectiva sobre el futuro de la alimentación. Por ejemplo, la carne artificial podría reemplazar parcialmente la necesidad de la cría de animales. Otra opción son las pastillas o comida envasada en tubos (como los dentríficos) que podrían satisfacer las necesidades nutricionales de los consumidores. Además de los insectos, que fueron también nombrados como futuros alimentos.

Un aspecto que los participantes destacaron, es que en el futuro se puede dedicar muy poco tiempo a la preparación de alimentos, y que la comida „chatarra“ puede ser incluso la forma predominante de alimentación. Como resultado de ello, cada vez más alimentos vendrían empacados como productos enlatados y/o productos preparados industrialmente listos para consumir. Y que para satisfacer el deseo de los ciudadanos con alimentos más saludables, los productores de alimentos tendrían disponible también, productos elaborados industrialmente pero con la etiqueta de „más saludables“. También comentan, que es posible que se conserven mucho más los productos elaborados, donde la refrigeración ya no sería tan necesaria.

En contraste, también están los que opinan, que podría ser que las personas tiendan a comer más saludable en el futuro que en la actualidad. La razón de esto, fue la mayor cantidad de información disponible que habría en el futuro. Esto, dicen algunos, podría llevar a una consciencia más saludable de cómo cuidar mejor el cuerpo (cuidar de si mismo, a través de la comida y el ejercicio). Por lo tanto, se podría comprender mejor cómo los diferentes hábitos alimenticios conducen a la enfermedad. Y con este conocimiento se podrían prevenir muchas enfermedades. Sin embargo, dicen otros, que es probable que el suministro de información se distribuya de manera desigual, al igual que la posibilidad de seleccionar alimentos libremente (lo que no está disponible en ciertas regiones del mundo, puede hacer que no se pueda, ni comprar ni consumir). Por lo tanto, esto podría llevar a que la gente sea más saludable en Europa, pero no en gran parte del resto del mundo. Alimentos más saludables también podrían ser promocionados por las regulaciones estatales. Una tendencia hacia la producción local o regional y sostenible por parte de empresas más pequeñas se ve también como un posible futuro. También se comentó, que el aumento del poder de adquisitivo podría permitir la compra de ingredientes de alta calidad y que se han producido orgánicamente.

Personalmente pienso que la gente cada vez sabe mejor que quiere con respecto a su salud, y siendo consciente de ello, podrá esclarecer mejor sus objetivos en ese sentido. La seguridad alimentaria que existe hoy en día no se tenía hace unas décadas, lo que asegura productos que tienen óptimas medidas de manipulación alimentaria (en países industrializados). La regulación alimentaria está siendo cada vez mejor y pienso que lo que debemos es ser más consumidores responsables que exijan cada vez más productos de mejor calidad (con menos impacto ambiental), que se ajusten a nuestras expectativas. Por supuesto, consumir materias primas de calidad considero que es lo primordial, y que cuanto más sepamos que comemos en nuestros menús de cada día será mejor. Pero es vital que esto se acompañe de prácticas agrarias más sostenibles y un sistema más justo para los agricultores, para que se puedan abordar las repercusiones debidas al cambio climático (pérdida de biodiversidad, deterioro de la calidad del suelo y del agua, entre otros).

Nosotros, los humanos, hemos evolucionado para poder responder bien a los peligros inminentes, pero no estamos particularmente preparados para hacer predicciones sobre períodos que pueden tardar décadas. Sin embargo, podemos extrapolar las observaciones actuales sobre nuestro planeta Tierra hacia el futuro. A partir de esto, se pueden estimar cifras de 10 mil millones de personas para la población mundial para el año 2050. Con la capacidad de producción actual y la forma en que producimos los alimentos, no podemos sostener esta necesidad de una „manera sostenible“. Me temo que mientras los problemas no sean lo suficientemente grandes, no se cambiará mucho. Sin embargo, existe ya una búsqueda activa de soluciones para las diversas áreas problemáticas.

Se están desarrollando nuevas posibilidades para la producción de fuentes de proteínas, por ejemplo, la producción de fibras de carne a partir de células madre de vaca en laboratorios. En este momento, esta alternativa sigue siendo demasiado costosa (1 porción de carne producida de esta manera actualmente cuesta alrededor de 60,000 € ). Otras alternativas más baratas incluyen el uso de algas y soja para producir diferentes tipos de alimentos. Los insectos (como gusanos, saltamontes) ya se venden en pequeñas cajas especiales, en las que pueden crecer para tenerlos en casa, para ser „cosechados“ allí. También se venden listos para comer como „chips“. En muchos supermercados se pueden encontrar ya productos que se promocionan como „sustitutos de la carne“ y algunos están hechos a base de setas cultivados orgánicamente. Incluso como ejemplo de éstos últimos, han sido unos que han sido desarrollados y producidos por una empresa austriaca, que se dedica principalmente a la producción de carne.

También se están desarrollando ideas tales como jardines verticales en los que las plantas crecen como en estanterías y plantas acuapónicas donde las plantas y los peces se crían en el mismo sistema ecológico y, por lo tanto, se suministran nutrientes entre sí. Además, el uso de la ingeniería genética probablemente será un elemento importante en el suministro de alimentos para las personas en el futuro. Espero que no se utilice (solo) para aumentar las ganancias de las grandes empresas, y para crear una situación de acorralamiento, en la que los agricultores dependan de la buena voluntad de estas empresas. Sino para contribuir por ejemplo, a que las plantas se puedan adaptar a suelos difíciles. También para que se afronten mejor las sequías o las inundaciones, se proporcione una buena composición de nutrientes para las personas y sea menos contaminante la producción de alimentos para el medio ambiente. Después de todo, solo tenemos los recursos de esta Tierra disponibles para todos los seres que la habitamos. El solo hecho de evitar el desperdicio de alimentos es un paso importante hacia la producción sostenible de alimentos.

¡Piensa en las áreas en las que puedes aportar tú parte a la solución! Estoy convencida de que, en la medida en que se forme una „consciencia colectiva“ que busca soluciones a los problemas fundamentales, podemos llegar a encontrarlas, para poder disfrutar mucho más nuestro planeta.

En la siguiente (y final) parte del análisis de la encuesta, destacaré las asociaciones que los participantes tuvieron con las siguientes palabras: los azúcares, los carbohidratos, las grasas, las proteínas, las frutas, los productos lácteos, los vegetales, el gluten y los ácidos grasos omega-3.

http://www.ich-esse-gesund.at/cuarta-parte-de-los-resultados-de-la-encuesta-asociaciones/